El pueblo que todos llevamos dentro.
Todos llevamos un pueblo en nuestro interior. A lo mejor no todos pero yo sí. En mi familia cuando vamos al pueblo todos sabemos dónde es.
No es un pueblo bonito, no tiene nada especial excepto, supongo, para los que viven allí. Pero no es fácil cambiar de pueblo. Allí están generaciones, el pasado, el pozo que abrió mi abuelo hace 25 años, las parras que plantó el año que nació mi padre, los olivos que cuando compró ya eran milenarios.
Lleva muchos años cambiar de pueblo así que normalmente nos quedamos con el que tenemos. Debo reconocer que yo, ahora mismo, no estoy buscando pueblo.
2 comentarios:
Muy bonito pueblo.
Pero me tiene acojonado la persistente presencia de un elemento inquietante, turbador; un misterio digno de fríker jiménez.
Volved a ver las imágenes, por favor.
Sí. EL CAJETÍN DE LA LUZ.
Bueno, tanto como bonito...
No me había fijado en el cajetín de luz, pero llevas razón. No está hecho a propósito.
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