Vaya... a lo mejor no debería tener un blog.
Hace unos días leí un interesante artículo de Fernando Savater en Babelia (El País). En "La tormeta de las ideas" Savater pone en duda la teoría del fin de la historia de Fukuyama y concluye el texto con esta reflexión:
"No, el vaivén de las Ideas no cesa ni se amortigua. Al contrario, la web y sus blogs innumerables lo han acelerado hasta lo vertiginoso. Como cualquiera puede colgar sus criterios o dicterios en la red, hay una generación que supone que todos valen por igual. La necesidad de argumentar las opiniones es vista como una especie de culpable elitismo: tengo tanto derecho como cualquiera a decir lo que pienso... pero nadie puede exigirme que lo fundamente, eso queda para los empollones o los que quieren comernos el coco."
Más o menos como la frase de José Luis Orihuela en una mesa de debate en eWeek:
"La buena noticia es que todos podemos publicar, la mala noticia es que todos podemos publicar."
2 comentarios:
Bueno, en realidad no todas las opiniones valen lo mismo. De hecho la de Sabater nunca valió dos carajos.Debían invitarle a que pusiese un blog y nos hiciese el favor de perderse en el ciberespacio. El y el gordopilo de su hijo Amador.
Por cierto, saludos a toda la familia.
Savater lleva décadas quejándose de estos tiempos en los que vivimos en que ya nadie cree necesario argumentar sus opiniones, y todo es cuestión de preferencias y no se respetan las opiniones fundadas (léase, la suya) y bla, bla, bla. Eso, la hípica y Euskadi agotan su producción más reciente. Sus sesudas reflexiones yo no las he visto en ningún sitio, ni en libros, ni en El País, ni siquiera en un modesto blog.
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